Vilma Espín: La flor más universal de la Revolución Cubana
Combatiente clandestina, guerrillera y dirigente de la Revolución Cubana
Desde su génesis la Revolución Cubana tuvo en Vilma Espín un pilar imprescindible en las luchas del llano y la montaña contra la tiranía de Fulgencio Batista. No importa cuántas identidades velaran su entereza en la trinchera clandestina: Alicia, Mónica, Déborah, Mariela… Bajo un mismo rostro y una sola convicción revolucionaria, esta combatiente indoblegable empuñó las armas en la ciudad de Santiago de Cuba y en la Sierra Maestra como una de las principales dirigentes del Movimiento 26 de Julio.
Tras el triunfo de 1959 se consagró a la organización, la educación y la lucha por los derechos plenos de la mujer en el seno del nuevo proceso social. Fundó y presidió la Federación de Mujeres Cubanas y hasta el final de su vida se mantuvo en la dirección política del país. Vilma encarna los más bellos ideales de combatividad y optimismo, de incansable guerrillera y de celosa albacea de la ternura.
Ocean Press, 2010, 102 páginas